lunes, 23 de marzo de 2009

EL TRANVÍA DE LA UCAM, O EL AVE A MOLINA

El 8 de marzo de 1929 se cancelaban las concesiones administrativas de explotación de las líneas de tranvías que unían la ciudad de Murcia con Espinardo, El Palmar y Alcantarilla. Ochenta años y diez días después de aquella impopular y controvertida decisión, el alcalde de Molina de Segura, Eduardo Contreras, durante el acto de entrega de los Premios de la Prensa en Ceutí, se quejaba amargamente que su ciudad no estuviera contemplada en el proyecto de la nueva Línea 1 del moderno tranvía y se quedara sin él como se quedo sin ferrocarril. Le faltó decir la causa por la cual la línea 1 en el tramo que une Murcia con Espinardo, realiza un dramático giro hacia Guadalupe, pasando por Terra Natura, en vez de continuar hacia su ciudad, algo por otro lado lógico y necesario Y la causa, que obvió el edil por razones que a nadie se le escapan, es la Universidad Católica de San Antonio, la autentica niña de los ojos del PP murciano. El ruego realizado por el primer edil molinense a su homologo murciano, Miguel Ángel Cámara, durante un encuentro celebrado entre ambos el 7 de Mayo del 2007, no ha pesado en la decisión final del trazado de la nueva línea. Se han impuesto los intereses de una universidad privada, a los de toda una ciudad como Molina de Segura.

El partido al que pertenece el bienintencionado alcalde molinense, no contento con poner a disposición de la Universidad Católica, los recursos públicos necesarios para que pueda recibir las autorizaciones pertinentes e impartir disciplinas como Medicina (en detrimento de la facultad de la Universidad Pública de Murcia) proyecta construir un exclusivo medio de transporte para adinerados estudiantes que no pasan por la tortura del examen de acceso a la universidad. El único requisito exigido es disponer de un abultado talonario. Por tanto, el Partido Popular, no se limita solo a “prestar” los puestos de formación en hospitales públicos a la UCAM para estudiantes de familias privilegiadas, primando el clasismo sobre el elitismo académico; además le pone un tranvía, y retrasa sine die la conexión con la segunda ciudad en importancia de la comarca, condenando a sus habitantes a seguir viajando en atestados autobuses urbanos. Enlatados todos para mejor provecho privado de los recursos públicos.

Viendo el cariz que toman las cosas en Murcia, donde lo privado y lo público, no solo a veces se confunden, sino que esto ultimo pierde terreno a marchas forzadas en beneficio de inconfesables intereses particulares, seria recomendable que el alcalde de Molina de Segura solicitara la revisión del trazado del AVE a su paso por Murcia y que este, dando un giro tan espectacular como el del tranvía, se encaminara hacia su ciudad, redondeando así el disparate Popular. A fin de cuentas, debido a la distancia que separa a ambos centros urbanos, de una tacada recuperaría lo perdido en el pasado, y lo perdido en el futuro. Y a velocidad de vértigo.

Ramón Ángel Romero Martínez
Responsable de Organización
Comité Electoral de La Vega del Segura
UPyD Región de Murcia

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