Ocho españoles, dos marroquíes y un rumano han sido detenidos en Águilas y Murcia Los 29 miembros de la banda operaban en cinco países y otras tantas provincias
G. HERMIDA/ La Verdad
G. HERMIDA/ La Verdad
La Guardia Civil ha asestado un durísimo golpe a las redes de introducción y distribución de hachís en Holanda a través de España con la detención de 29 personas -once de ellas en la Región- y la intervención de 14,2 toneladas de hachís, así como de cuatro embarcaciones y 27 vehículos -en su mayor parte robados- empleados para transportar la droga a los Países Bajos.
La magnitud de la Operación Vapair la da la estructura de la red, que operaba -además de en Murcia- en Alicante, Cádiz, Málaga, Tarragona y Valencia; y que contaba con miembros procedentes de Holanda (5), Marruecos (11), y España (10), además de un italiano, un belga y un rumano.
En la Región, la operación se ha saldado con la detención de ocho españoles, dos marroquíes y un rumano. Nueve de los arrestos se produjeron en Águilas -uno de los puntos de entrada de la droga a España- y otros dos en la capital.
La investigación se inició en Torrevieja en mayo, al detectar el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), al intervenirse en la localidad alicantina dos todoterrenos robados cargados con gasolina, lo que hizo sospechar que se usaban en conjunción de embarcaciones para el desembarco de grandes cantidades de droga.
Los primeros operativos de vigilancia de la Guardia Civil dieron sus frutos, al identificarse al máximo responsable de la red y a su lugarteniente. El seguimiento continuado de los dos acabó por destapar la situación de varios pisos francos -que alquilaban con documentación falsificada- de la banda en Alicante y en Málaga, así como los puntos en los que se producía el desembarco del hachís.
El grupo ahora desarticulado usaba una embarcación de recreo con doble fondo para transportar la droga de Marruecos a los puntos de alijo. El barco contaba con un sistema de elevación hidráulico de la cubierta que dejaba al descubierto el escondrijo y facilitaba las operaciones de carga y descarga. Posteriormente, la droga se enviaba a Holanda en camiones, camuflada entre material de construcción.
La obsesión por la seguridad del grupo se traducía en el uso de vehículos alquilados, contramarchas y vigilancia de los puntos de desembarco desde semanas antes de producirse las entregas.
Los miembros de la banda tenían sus residencias habituales -además de en Marruecos y Holanda- en Murcia, Alicante, Almería, Granada, Valencia, Tarragona, Oviedo y Madrid. La Guardia Civil les imputa seis delitos, incluido uno de blanqueo de capitales, tras interceptar 350.000 euros en una embarcación que trataba de ganar la costa marroquí desde España.
Dos toneladas en Cartagena
Por otra parte, el titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Cartagena ha ordenado el ingreso en prisión provisional y comunicada de tres personas -una de ellas de nacionalidad marroquí- que fueron sorprendidas por el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en una embarcación en la que trataban de desembarcar dos toneladas de hachís.
El arresto se produjo en alta mar, frente a la costa de Cartagena, durante la madrugada del martes, según informaron fuentes judiciales.
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