En la operación de la Guardia Civil se han detectado otras irregularidades, como la desactivación del mando para controlar la venta a menores
09.11.10 - 00:56 - F. CARRERES | MURCIA./ La Verdad
Si es usted fumador y se está quedando sin cigarrillos, no confíe en comprar otra cajetilla a última hora en el bar de la esquina o en el 'chino' de su barrio. La Guardia Civil ha precintado en los últimos días decenas de máquinas expendedoras de cafeterías y bares en una operación contra la venta de cigarrillos de contrabando. Además, son decenas las tiendas de 24 horas que han dejado de vender tabaco, una práctica irregular pero que la mayoría llevaba a cabo hasta hace unos días. Las inspecciones están siendo tan numerosas que este fin de semana resultaba complicado encontrar un bar con la máquina activa en determinadas zonas de Murcia.
El objetivo final de la 'batida' desplegada por la Guardia Civil es localizar tabaco procedente del contrabando, cuya venta está castigada con multas de hasta 3.000 euros. Pero, entre tanto, los agentes están levantando actas de infracción por otras irregularidades, como no disponer de la licencia al día que permite instalar una máquina expendedora en un local, que supone el pago de una tasa trianual de unos 213 euros, o no tener activado el mando a distancia con el que se pretende evitar que los menores compren cajetillas.
Un precinto de la Guardia Civil ha sellado las máquinas expendedoras de los locales (bares, restaurantes y cafeterías en su mayoría) que, o bien incurría en alguna infracción, o no disponían en ese momento de la documentación de las máquinas. En cualquier caso, la operación sigue abierta.
Los propietarios de los locales afectados han mostrado su malestar por el celo con que se ha desarrollado la operación, y aseguran que «no se han tenido en cuenta» las circunstancias especiales de la venta de cajetillas de tabaco en bares y cafeterías. Y es que las expendedoras de estos locales, unas 6.000 en toda la Región, no son en realidad propiedad de los dueños de los bares, sino de otras empresas o de estancos que pagan una comisión a cambio de instalar la máquina. Los dueños de los bares reciben como compensación la diferencia entre el precio del tabaco en el estanco y el coste en cualquier otro lugar, que suele oscilar entre los 15 y los 30 céntimos por cajetilla. «En muchos casos, los encargados de los bares han recibido la inspección y no han podido aportar todos los papeles porque están dentro de las máquinas y las llaves las suelen tener los dueños de las expendendoras», asegura Ignacio Sánchez, presidente de la Asociación de Bares y Cafeterías, quien calcula que los agentes han 'peinado' en las dos últimas semanas las máquinas de más de un centenar de locales y han precintado decenas de expendedoras.
En la mayoría de los casos, los agentes no han dado explicaciones sobre la procedencia del tabaco, pero sí han levantado acta cuando han detectado otras irregularidades y han sellado las máquinas hasta que queden resueltas. «Es cierto que algunos locales, cada vez menos, no tienen activado el mando de control a distancia porque la máquina está a mucha distancia o se ha estropeado», defiende Sánchez.
Los comercios de 24 horas, que suelen vender tabaco aunque lo tienen prohibido, también han dejado de comerciar con cajetillas en las últimas semanas de forma repentina.
EL DECRETO
¿Qué son las autorizaciones de venta con recargo (máquinas expendedoras)? La venta se realizará en establecimientos mercantiles o de otro género (bares, cafés...) con concurrencia de público mediante el empleo de máquinas.
¿Quién concede las autorizaciones? El organismo autónomo comisionado previa solicitud por el interesado.
¿Se puede vender tabaco sin autorización? No. La venta con o sin recargo sin autorización constituye una infracción sancionable. Las autorizaciones son trianulaes y la tasa oscila entre los 100 y los 213 euros.
¿Qué sanciones contempla la ley? Las infracciones muy graves, por comercialización a precios distintos de los establecidos o la compra de tabaco a precios distintos de los de tarifa o mediando descuento, incentivo o bonificación, puede ser sancionadas con hasta 12.000 euros de multa. Las leves, como la venta sin la debida autorización administrativa (no tenerla en lugar visible, tenerla caducada, ser de otra máquina distinta a la autorizada) con 600 euros de multa.
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