J.P. Parra/ Murcia/ La Verdad
Las obras en el edificio han concluido y sólo faltan varios trámites administrativos
La Arrixaca amplía en el nuevo pabellón los servicios de Neonatología y cuidados intensivos
Los 15.000 metros cuadrados de suelo del nuevo hospital materno infantil de La Arrixaca brillan relucientes a la espera de que, en las próximas semanas, empiecen a ser pisados por un ejército de médicos, enfermeros y pacientes. El interior del edificio huele a nuevo, y quirófanos, boxes y habitaciones aguardan en silencio y con todo su equipamiento a punto. Sólo faltan los últimos trámites administrativos para que La Arrixaca viva uno de sus días más esperados: la inauguración de este enorme complejo que contará con los medios técnicos más avanzados y que en algunos servicios incluso duplicará el espacio del que se dispone ahora.
La Verdad recorrió ayer la segunda planta del nuevo edificio, donde se encuentran la UCI pediátrica y Neonatología, de la mano de los jefes de estos dos servicios, Pedro Torres y Vicente Bosch. Las diferencias con el maternal actual, que se quedó pequeño hace mucho tiempo, saltan a la vista. Las habitaciones de la nueva UCI pediátrica tienen 16 metros cuadrados, cuando los boxes utilizados hasta ahora no llegan en el mejor de los casos a los 8 metros. «Los familiares podrán estar acompañando a los niños en todo momento con mucha mayor comodidad», destaca el doctor Torres, entusiasmado con la idea de culminar su larga carrera profesional en este nuevo espacio. Cuando llegó a La Arrixaca, hace 27 años, el servicio de cuidados intensivos pediátricos ni siquiera existía. Hoy, es una de las unidades más modernas de España.
Las habitaciones del nuevo edificio no sólo son más amplias. También son más acogedoras. Colores cálidos y ventanales a la calle crean un ambiente muy diferente del habitual tono blanco y frío de un hospital tradicional.
La UCI pediátrica se completa con un box para pacientes que necesitan estar sometidos a un aislamiento especial, por una inmunodepresión o una infección, y otro box para atender a los pacientes en los primeros momentos de su ingreso. «Aquí se estabilizará al enfermo antes de enviarle a una habitación», explica Pedro Torres. También en este lugar se llevarán a cabo pruebas habituales en este servicio como broncoscopias, endoscopias digestivas o punciones medulares. «Hasta ahora, estas cosas las hemos hecho prácticamente en un rincón, porque no hay sitio», reconoce Torres.
La UCI comparte planta con Neonatología, que también amplía espacio con respecto al edificio antiguo. De las 70 incubadoras con que contaba se pasa a 81 (21 para cuidados intensivos y 60 para cuidados intermedios). También se mejoran los medios técnicos. Así, cada uno de los nidos de cuidados intensivos dispone de lo que se conoce como estación clínica: un ordenador desde el que se podrá acceder a la historia clínica electrónica -cuando ésta sea una realidad- y a pruebas de imagen, como una radiografía.
El recorrido por el nuevo materno infantil continúa en la primera planta, donde se han ubicado siete quirófanos (el edificio antiguo sólo dispone de cinco), y el área de cirugía mayor ambulatoria, donde se llevarán a cabo intervenciones quirúrgicas que no requieren del ingreso del paciente.
La segunda fase
En realidad, la inauguración del nuevo materno infantil es sólo un paso más en un complejo proyecto que debe continuar ahora con la remodelación del edificio antiguo. Por eso, algunos servicios se han trasladado al nuevo maternal sólo hasta que puedan volver a su ubicación natural. Es el caso del hospital de día Oncohematológico Infantil, que se ha situado de forma temporal en la primera planta, o del hospital de día infantil y las habitaciones para pacientes de Oncología, lactantes y aislados, que ocupan de momento la tercera planta. El proceso en el que anda embarcado La Arrixaca «es complejo y necesita un gran esfuerzo», admite el subdirector de Enfermería, Juan Manuel Lucas, que ha trabajado codo con codo con el director del hospital, Manuel Alcaraz, volcado desde que llegó al cargo en este proyecto que por fin se hace realidad.
Un proyecto complejo
La primera parte, la construcción del nuevo edificio, ha llegado a buen puerto pese a las dificultades de la obra, que han retrasado su inauguración, prevista en principio para el pasado mes de enero. El segundo capítulo -la remodelación del pabellón antiguo y su ampliación con una nueva ala norte- comenzará ahora. Está por ver si su desarrollo queda condicionado por la actual situación económica y financiera del Servicio Murciano de Salud.
De momento, los profesionales aguardan a que se corte la cinta inaugural del nuevo edificio para que los pacientes -niños y bebés- se beneficien de un hospital que deberá estar a la altura del siglo XXI.
Las obras en el edificio han concluido y sólo faltan varios trámites administrativos
La Arrixaca amplía en el nuevo pabellón los servicios de Neonatología y cuidados intensivos
Los 15.000 metros cuadrados de suelo del nuevo hospital materno infantil de La Arrixaca brillan relucientes a la espera de que, en las próximas semanas, empiecen a ser pisados por un ejército de médicos, enfermeros y pacientes. El interior del edificio huele a nuevo, y quirófanos, boxes y habitaciones aguardan en silencio y con todo su equipamiento a punto. Sólo faltan los últimos trámites administrativos para que La Arrixaca viva uno de sus días más esperados: la inauguración de este enorme complejo que contará con los medios técnicos más avanzados y que en algunos servicios incluso duplicará el espacio del que se dispone ahora.
La Verdad recorrió ayer la segunda planta del nuevo edificio, donde se encuentran la UCI pediátrica y Neonatología, de la mano de los jefes de estos dos servicios, Pedro Torres y Vicente Bosch. Las diferencias con el maternal actual, que se quedó pequeño hace mucho tiempo, saltan a la vista. Las habitaciones de la nueva UCI pediátrica tienen 16 metros cuadrados, cuando los boxes utilizados hasta ahora no llegan en el mejor de los casos a los 8 metros. «Los familiares podrán estar acompañando a los niños en todo momento con mucha mayor comodidad», destaca el doctor Torres, entusiasmado con la idea de culminar su larga carrera profesional en este nuevo espacio. Cuando llegó a La Arrixaca, hace 27 años, el servicio de cuidados intensivos pediátricos ni siquiera existía. Hoy, es una de las unidades más modernas de España.
Las habitaciones del nuevo edificio no sólo son más amplias. También son más acogedoras. Colores cálidos y ventanales a la calle crean un ambiente muy diferente del habitual tono blanco y frío de un hospital tradicional.
La UCI pediátrica se completa con un box para pacientes que necesitan estar sometidos a un aislamiento especial, por una inmunodepresión o una infección, y otro box para atender a los pacientes en los primeros momentos de su ingreso. «Aquí se estabilizará al enfermo antes de enviarle a una habitación», explica Pedro Torres. También en este lugar se llevarán a cabo pruebas habituales en este servicio como broncoscopias, endoscopias digestivas o punciones medulares. «Hasta ahora, estas cosas las hemos hecho prácticamente en un rincón, porque no hay sitio», reconoce Torres.
La UCI comparte planta con Neonatología, que también amplía espacio con respecto al edificio antiguo. De las 70 incubadoras con que contaba se pasa a 81 (21 para cuidados intensivos y 60 para cuidados intermedios). También se mejoran los medios técnicos. Así, cada uno de los nidos de cuidados intensivos dispone de lo que se conoce como estación clínica: un ordenador desde el que se podrá acceder a la historia clínica electrónica -cuando ésta sea una realidad- y a pruebas de imagen, como una radiografía.
El recorrido por el nuevo materno infantil continúa en la primera planta, donde se han ubicado siete quirófanos (el edificio antiguo sólo dispone de cinco), y el área de cirugía mayor ambulatoria, donde se llevarán a cabo intervenciones quirúrgicas que no requieren del ingreso del paciente.
La segunda fase
En realidad, la inauguración del nuevo materno infantil es sólo un paso más en un complejo proyecto que debe continuar ahora con la remodelación del edificio antiguo. Por eso, algunos servicios se han trasladado al nuevo maternal sólo hasta que puedan volver a su ubicación natural. Es el caso del hospital de día Oncohematológico Infantil, que se ha situado de forma temporal en la primera planta, o del hospital de día infantil y las habitaciones para pacientes de Oncología, lactantes y aislados, que ocupan de momento la tercera planta. El proceso en el que anda embarcado La Arrixaca «es complejo y necesita un gran esfuerzo», admite el subdirector de Enfermería, Juan Manuel Lucas, que ha trabajado codo con codo con el director del hospital, Manuel Alcaraz, volcado desde que llegó al cargo en este proyecto que por fin se hace realidad.
Un proyecto complejo
La primera parte, la construcción del nuevo edificio, ha llegado a buen puerto pese a las dificultades de la obra, que han retrasado su inauguración, prevista en principio para el pasado mes de enero. El segundo capítulo -la remodelación del pabellón antiguo y su ampliación con una nueva ala norte- comenzará ahora. Está por ver si su desarrollo queda condicionado por la actual situación económica y financiera del Servicio Murciano de Salud.
De momento, los profesionales aguardan a que se corte la cinta inaugural del nuevo edificio para que los pacientes -niños y bebés- se beneficien de un hospital que deberá estar a la altura del siglo XXI.
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