La Verdad
La Inspección de Trabajo asegura que ya ha actuado en algunos de estos locales y que seguirá «muy vigilante»
La crisis ha disparado la economía sumergida en un sector que el año pasado despidió al 15% de su personal, según la asociación de profesionales
Cortan el pelo, extienden tintes, rapan cabezas o elaboran laboriosos moños. Son capaces de llevar a cabo todas las mañas que debe tener un maestro de los peines, pero lo hacen por la puerta de atrás. Son los cerca de 2.000 'peluqueros pirata' que el sector calcula trabajan ya de forma ilegal en la Región. Una forma de ganar dinero fácil que, aseguran, ha vivido en los últimos meses un repunte a causa de la crisis económica y que supone ya el 30% del gremio. Una economía sumergida que está haciendo mucho daño a las 3.900 peluquerías legales que hay registradas en la Región y que tratan, como pueden, de capear esta mala racha.
«No es justo. Se me quejan compañeros de todos los puntos de la Región: 'Nosotros pagamos nuestros impuestos y la gente sin darse de alta nos está robando el negocio'». Antonio Andrés, presidente de la Asociación de Peluqueros Artesanos de la Región, le ha declarado la guerra a los peluqueros 'pirata'. «Yo, por ejemplo, hay días que no me entra nadie pero sigo pagando mis impuestos», recalca indignado. La pasada semana un cliente fue a su establecimiento a cortarse el pelo con uno de los muchos carteles que pueblan las farolas en la mano. En él se ofrecían múltiples servicios de peluquería y estética a domicilio. Andrés, ni corto ni perezoso, encaminó sus pasos a la Inspección de Trabajo de la Región.
«Estamos vigilando este tema y lo seguiremos haciendo con mucha atención». José Fuentes, jefe de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Vial en la Región, reconoce que este año ya han actuado en algunos casos de peluquerías ilegales. «Las personas que hagan trabajos de peluquería y estética de forma regular en su domicilio deben estar dadas de alta como autónomas», explica Fuentes, «además, aquellos que tengan a gente trabajando deben de darlos de alta en régimen general».
La Asociación de Peluqueros Artesanos de la Región de Murcia calcula que cerca de 2.000 peluqueros trabajan en la economía sumergida en esta comunidad. Esto es, cerca de un 30% del sector. «Con la crisis hemos notado que se ha disparado bastante», recalca. «Nos están robando los clientes».
La ausencia de gastos, denuncia el gremio, permite que estos peluqueros 'pirata' puedan ofrecer servicios más baratos que los de las peluquerías tradicionales. «Yo cobro 33 euros por corte y tinte y sé que hay algunos que lo hacen hasta por 15 euros», explica Andrés indignado, «pero claro ellos no tienen que declarar, no tienen gastos de luz, ni agua, se quedan con todo lo que ganan y, claro, así es una fortuna».
La ganancia de un peluquero no deja, según Andrés, mucho margen a ofertas. «Es un sueldo que te da para comer, tener un coche y una casita. Nada más». Esa diferencia de precio, sin embargo, es crucial para algunos clientes. «La gente ve la posibilidad de ahorrarse un dinero y se van»
La competencia desleal de los peluqueros 'pirata' está poniendo al sector entre la espada y la pared. Muchas peluquerías de la Región han echado el cierre en el último año. «Hay peluquerías que el año pasado estaban en el campeonato regional de peluqueros y que este año han cerrado», explica Andrés. «Quienes más lo han notado son las que ofertan servicios más caros». En ocasiones, cuando los ingresos se reducen, pagar el alquiler del local supone todo un reto. «El 70% de las peluquerías de la Región son de alquiler», explica Andrés.
La crisis también ha puesto a muchos de estos trabajadores en la calle. Las peluquerías de la Región despidieron el año pasado al 15% de su personal, según datos de la Asociación de Peluqueros Artesanos de la Región. Una situación que está alertando al sector y para la que reclaman una mayor atención y una rápida solución. «Los políticos, del Gobierno central y los del regional, tienen que hacer algo para evitar esta injusticia», reclaman desde el gremio. «No es justo que le vaya mejor al que hace las cosas mal».
La Inspección de Trabajo asegura que ya ha actuado en algunos de estos locales y que seguirá «muy vigilante»
La crisis ha disparado la economía sumergida en un sector que el año pasado despidió al 15% de su personal, según la asociación de profesionales
Cortan el pelo, extienden tintes, rapan cabezas o elaboran laboriosos moños. Son capaces de llevar a cabo todas las mañas que debe tener un maestro de los peines, pero lo hacen por la puerta de atrás. Son los cerca de 2.000 'peluqueros pirata' que el sector calcula trabajan ya de forma ilegal en la Región. Una forma de ganar dinero fácil que, aseguran, ha vivido en los últimos meses un repunte a causa de la crisis económica y que supone ya el 30% del gremio. Una economía sumergida que está haciendo mucho daño a las 3.900 peluquerías legales que hay registradas en la Región y que tratan, como pueden, de capear esta mala racha.
«No es justo. Se me quejan compañeros de todos los puntos de la Región: 'Nosotros pagamos nuestros impuestos y la gente sin darse de alta nos está robando el negocio'». Antonio Andrés, presidente de la Asociación de Peluqueros Artesanos de la Región, le ha declarado la guerra a los peluqueros 'pirata'. «Yo, por ejemplo, hay días que no me entra nadie pero sigo pagando mis impuestos», recalca indignado. La pasada semana un cliente fue a su establecimiento a cortarse el pelo con uno de los muchos carteles que pueblan las farolas en la mano. En él se ofrecían múltiples servicios de peluquería y estética a domicilio. Andrés, ni corto ni perezoso, encaminó sus pasos a la Inspección de Trabajo de la Región.
«Estamos vigilando este tema y lo seguiremos haciendo con mucha atención». José Fuentes, jefe de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Vial en la Región, reconoce que este año ya han actuado en algunos casos de peluquerías ilegales. «Las personas que hagan trabajos de peluquería y estética de forma regular en su domicilio deben estar dadas de alta como autónomas», explica Fuentes, «además, aquellos que tengan a gente trabajando deben de darlos de alta en régimen general».
La Asociación de Peluqueros Artesanos de la Región de Murcia calcula que cerca de 2.000 peluqueros trabajan en la economía sumergida en esta comunidad. Esto es, cerca de un 30% del sector. «Con la crisis hemos notado que se ha disparado bastante», recalca. «Nos están robando los clientes».
La ausencia de gastos, denuncia el gremio, permite que estos peluqueros 'pirata' puedan ofrecer servicios más baratos que los de las peluquerías tradicionales. «Yo cobro 33 euros por corte y tinte y sé que hay algunos que lo hacen hasta por 15 euros», explica Andrés indignado, «pero claro ellos no tienen que declarar, no tienen gastos de luz, ni agua, se quedan con todo lo que ganan y, claro, así es una fortuna».
La ganancia de un peluquero no deja, según Andrés, mucho margen a ofertas. «Es un sueldo que te da para comer, tener un coche y una casita. Nada más». Esa diferencia de precio, sin embargo, es crucial para algunos clientes. «La gente ve la posibilidad de ahorrarse un dinero y se van»
La competencia desleal de los peluqueros 'pirata' está poniendo al sector entre la espada y la pared. Muchas peluquerías de la Región han echado el cierre en el último año. «Hay peluquerías que el año pasado estaban en el campeonato regional de peluqueros y que este año han cerrado», explica Andrés. «Quienes más lo han notado son las que ofertan servicios más caros». En ocasiones, cuando los ingresos se reducen, pagar el alquiler del local supone todo un reto. «El 70% de las peluquerías de la Región son de alquiler», explica Andrés.
La crisis también ha puesto a muchos de estos trabajadores en la calle. Las peluquerías de la Región despidieron el año pasado al 15% de su personal, según datos de la Asociación de Peluqueros Artesanos de la Región. Una situación que está alertando al sector y para la que reclaman una mayor atención y una rápida solución. «Los políticos, del Gobierno central y los del regional, tienen que hacer algo para evitar esta injusticia», reclaman desde el gremio. «No es justo que le vaya mejor al que hace las cosas mal».
No hay comentarios:
Publicar un comentario