Las Cortes de Castilla-La Mancha retiran el texto entre acusaciones recíprocas de dimisión y mucha carga electoral
27.04.10 - 00:36 -
LA VERDAD / AGENCIAS TOLEDO.
No hubo sorpresas. Las Cortes de Castilla-La Mancha acordaron ayer, con el voto a favor del PSOE y el rechazo del PP, solicitar al Congreso la retirada del Estatuto, después de un agrio debate con tintes electorales entre José María Barreda y María Dolores de Cospedal, en el que ambos se pidieron la dimisión recíprocamente. La decisión fue recibida con alivio en la Región de Murcia. Quedó de manifiesto que la reserva de 4.000 hectómetros no era una propuesta inocente plasmada en el Preámbulo, lo cual habría afectado al Trasvase Tajo-Segura. Castilla-La Mancha tendrá que esperar un año para presentar otro texto en el Congreso, después de las elecciones. El papel jugado por Valcárcel volvió a planear, ya que Barreda dijo que el presidente murciano llegó al Congreso la semana pasada «para apretar las tuercas».
Barreda y Cospedal se culparon mutuamente del fracaso del texto. Barreda no atendió la petición de Cospedal de continuar la tramitación del Estatuto, pero aseguró que él va a seguir luchando. Señaló que Cospedal ha actuado como un «verdadero caballo de Troya» de los intereses de Murcia y que ha dejado «tirada» a la Región, algo que ha achacado a su condición de secretaria general del PP, pues antes de serlo era «la más antitrasvasista». Barreda ha explicado que en el Estatuto empezó «pidiendo la Luna para conseguir la Tierra» y ha asegurado que fueron las organizaciones agrarias y empresariales las que le pidieron que no cediera más y que no diera el visto bueno a la última propuesta del PP, que a su juicio era «inaceptable» porque suponía renunciar a la reserva hídrica. «Con la fuerza de la razón y del sentido común, plantearemos batalla río a río, cuenca a cuenca, plan a plan, trasvase a trasvase, reclamando lo que nos corresponde por la acción política, con la movilización social», dijo en la tribuna.
Cospedal contestó que la propuesta socialista no fijaba una reserva hídrica real, sino que planteaba en el preámbulo que Castilla-La Mancha consideraba necesaria una reserva de 4.000 hectómetros. Advirtió a Barreda de que la retirada del Estatuto es «su fracaso personal», por lo que le ha animado a presentar su dimisión. También le reprochó que intentase convertir la política castellanomanchega en una «ciénaga repleta de mentiras» y de «prender fuego al Estatuto» con tal de obtener réditos electorales. Prometió que, si gana las elecciones, promoverá la reforma del Estatuto por consenso y sin ánimo partidista. Acusó al PSOE de llevar «tres décadas de engañando y apelando al agua cuando llegan las elecciones», señaló, Cospedal.
Al término de la sesión, alcaldes y dirigentes provinciales de ambos partidos desfilaron por la sala de prensa para mostrar su apoyo a Barreda, unos, y a Cospedal, otros, con un denominador común: todos han acusado al adversario político de haber enterrado el Estatuto y traicionado a la comunidad autónoma.
Ante de comenzar el Pleno, Barreda declaró en la Cadena Ser que mantiene «una buena relación» con Valcárcel, quien, a su juicio, «entiende de agua», como contrapunto a Cospedal. Puso en duda otra vez el paradero final del agua procedente del Trasvase y reclamó que se delimite la zona regable en la cuenca del Segura. «Hemos comprobado objetivamente que se riegan muchos campos de golf con agua procedente del Trasvase y eso no son unos pobres regantes que necesitan el agua para sobrevivir. Eso es otra cosa», denunció.
27.04.10 - 00:36 -
LA VERDAD / AGENCIAS TOLEDO.
No hubo sorpresas. Las Cortes de Castilla-La Mancha acordaron ayer, con el voto a favor del PSOE y el rechazo del PP, solicitar al Congreso la retirada del Estatuto, después de un agrio debate con tintes electorales entre José María Barreda y María Dolores de Cospedal, en el que ambos se pidieron la dimisión recíprocamente. La decisión fue recibida con alivio en la Región de Murcia. Quedó de manifiesto que la reserva de 4.000 hectómetros no era una propuesta inocente plasmada en el Preámbulo, lo cual habría afectado al Trasvase Tajo-Segura. Castilla-La Mancha tendrá que esperar un año para presentar otro texto en el Congreso, después de las elecciones. El papel jugado por Valcárcel volvió a planear, ya que Barreda dijo que el presidente murciano llegó al Congreso la semana pasada «para apretar las tuercas».
Barreda y Cospedal se culparon mutuamente del fracaso del texto. Barreda no atendió la petición de Cospedal de continuar la tramitación del Estatuto, pero aseguró que él va a seguir luchando. Señaló que Cospedal ha actuado como un «verdadero caballo de Troya» de los intereses de Murcia y que ha dejado «tirada» a la Región, algo que ha achacado a su condición de secretaria general del PP, pues antes de serlo era «la más antitrasvasista». Barreda ha explicado que en el Estatuto empezó «pidiendo la Luna para conseguir la Tierra» y ha asegurado que fueron las organizaciones agrarias y empresariales las que le pidieron que no cediera más y que no diera el visto bueno a la última propuesta del PP, que a su juicio era «inaceptable» porque suponía renunciar a la reserva hídrica. «Con la fuerza de la razón y del sentido común, plantearemos batalla río a río, cuenca a cuenca, plan a plan, trasvase a trasvase, reclamando lo que nos corresponde por la acción política, con la movilización social», dijo en la tribuna.
Cospedal contestó que la propuesta socialista no fijaba una reserva hídrica real, sino que planteaba en el preámbulo que Castilla-La Mancha consideraba necesaria una reserva de 4.000 hectómetros. Advirtió a Barreda de que la retirada del Estatuto es «su fracaso personal», por lo que le ha animado a presentar su dimisión. También le reprochó que intentase convertir la política castellanomanchega en una «ciénaga repleta de mentiras» y de «prender fuego al Estatuto» con tal de obtener réditos electorales. Prometió que, si gana las elecciones, promoverá la reforma del Estatuto por consenso y sin ánimo partidista. Acusó al PSOE de llevar «tres décadas de engañando y apelando al agua cuando llegan las elecciones», señaló, Cospedal.
Al término de la sesión, alcaldes y dirigentes provinciales de ambos partidos desfilaron por la sala de prensa para mostrar su apoyo a Barreda, unos, y a Cospedal, otros, con un denominador común: todos han acusado al adversario político de haber enterrado el Estatuto y traicionado a la comunidad autónoma.
Ante de comenzar el Pleno, Barreda declaró en la Cadena Ser que mantiene «una buena relación» con Valcárcel, quien, a su juicio, «entiende de agua», como contrapunto a Cospedal. Puso en duda otra vez el paradero final del agua procedente del Trasvase y reclamó que se delimite la zona regable en la cuenca del Segura. «Hemos comprobado objetivamente que se riegan muchos campos de golf con agua procedente del Trasvase y eso no son unos pobres regantes que necesitan el agua para sobrevivir. Eso es otra cosa», denunció.
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