Comunidad de Propietarios Eurovillas VI
Mantener una postura equivocada, insistir en
lo que se está haciendo mal, persistir en el error, equivale a no aceptar la
realidad, a no darse por enterado de que así no se va a ningún sitio y a tener
que soportar críticas justificadas cada día, uno y otro día, todos los días. Contra
la tozudez, insistencia. Contra el error, constancia en la reclamación. Aunque
haya que ser más paciente y perseverante que el Santo Job.
Es de sobra conocida la relación existente
entre causa y efecto. Los vecinos de la Calle Río Arangüín podrían explicarla
así: por causa de los
estacionamientos de vehículos en las aceras, la consecuencia, el efecto, es el destrozo del enlosado y
las arquetas. El camión de la foto permaneció así durante 25 minutos, fuera de
hora y espacio reservado para carga y descarga, con absoluta impunidad, el
27/08/2012.
Dicho de otro modo, a causa de una irracional
concentración de actividad (sesenta y cuatro bares y restaurantes) en una zona
residencial, las necesidades, los efectos, son:
Ø Cambio de uso de un
paseo de disfrute general, reservándolo a comedores en la calle. Retirada
sistemática de mobiliario público. Quejas sin atender.
Ø Tolerancia total en
los requerimientos técnicos y urbanísticos de los establecimientos hosteleros,
y activación acelerada del “papeleo”, pretendiendo adaptarlos a las normas y
ordenanzas municipales. El papel lo aguanta todo. Dicen, pero no es cierto.
Ø Concentración de
recursos públicos materiales y humanos para limpieza diaria y a fondo, en
detrimento de otras vías del entorno. Con cargo al Presupuesto.
Ø Carga y descarga de
mercancías donde, cuando y como sea. Sin denuncias.
Ø Destrozos de la vía
pública, con riesgo de caídas y daños personales.
Ø Arreglos/reparaciones
en la vía publica costeados por el Ayuntamiento, es decir, por todos los
contribuyentes.
Ø Incumplimiento de las
leyes que regulan el tráfico rodado, hasta el extremo de no imponer sanciones a los vehículos industriales infractores. Importante pérdida de
ingresos vía cobro de multas. No hay vigilancia. Ojos que no ven…
Ø Descontento vecinal
por la violación de su derecho a una vida digna en un residencial abierto,
reconvertido por la razón de la fuerza (no al contrario) en algo no deseado: un reducto de ocio.
Ø Y… todo aquello que
pueden añadir quienes sufren esta situación.
¿A
cambio de qué?
De hacer cuatro “perras” de caja por venta (alquiler sine die) de un espacio peatonal proyectado y promocionado como
PASEO. Pan para hoy, hambre para mañana.
Por cierto, salvo error, ninguno de los bares
y restaurantes del Paseo Río Nalón figura entre los socios de algo tan
alcazareño como la ACLA (Asociación
de Comerciantes de Los Alcázares).
Ante la situación real de este espacio del
Residencial Nuevo Principado, heredada por el actual equipo de gobierno
municipal, lo lógico hubiese sido intervenir y corregir. Pero no, se ha dejado
hacer, arbitrariamente, a un colectivo protegido, cediendo en todo. Ante las
justificadas quejas vecinales: ni caso. Ante las múltiples denuncias y
reclamaciones: silencio. Sostenella y no
enmendalla.
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